Blindaje de empresas estatales

Junio 2013 – @alvaroriosroca

El debate sobre si tener o no empresas estatales ha estado siempre latente. En América Latina, hay un sentimiento muy fuerte a mantenerlas, principalmente en sectores estratégicos, como la energía.

La realidad nos muestra que la totalidad de los países dela región tienen empresas estatales de hidrocarburos, existan o no recursos bajo la tierra. La última en adherirse fue Argentina con la toma de YPF. La decisión de tenerlas o no es un debate interno que cada país debe sobrellevar y posteriormente decidir soberanamente. Empero, lo más aconsejable, si se decide crearlas, mantenerlas o fortalecerlas, es blindarlas del poder político de turno.

La historia se repite en nuestra región y una gran cantidad de gobiernos han utilizado a estas empresas estratégicas para dar empleos a sus allegados, usar subsidios o los recursos, proyectos e infraestructura con afán de ganar votos y/o mantenerse en el poder. Esto las torna en empresas no competitivas, las deja sin gobierno corporativo, sin gestión y con magros resultados. Las arcas del Estado luego deben ir a socorrer y/o se las debe privatizar o vender. Cuando estas empresas están fuertemente blindadas del poder político y actúan como empresas con buen gobierno corporativo, tienen valor para los países. Por ejemplo, pueden romper acuerdos de control de precios y mercado que pacta el sector privado, pueden estudiar proyectos estratégicos para el país y apoyar a frágiles ministerios (GNL en Chile), pueden participar en proyectos que consideren rentables, allí donde los privados no deseen participar, etcétera.

Los directorios de estas empresas deben estar compuestos por miembros estatales e independientes (Colegio de Ingenieros, etc.) y los requisitos profesionales y responsabilidades claramente establecidos. Mejores resultados se observan cuando los independientes son mayoría. Este directorio debe elegir al presidente de la empresa. Es decir, otorgarle un gobierno corporativo que no responda al poder político de turno.

“Lo más aconsejable, si se decide crearlas, mantenerlas o fortalecerlas, es blindarlas del poder político de turno”.

Su rol no debe ser de carácter social (no se las puede hacer subsidiar) y su contribución al Estado es a través del pago de dividendos y de la característica estratégica (en casos muy necesarios). No deben pedir permiso al gobierno de turno para com-prar, vender, asociarse y/o participar en los negocios. Se las debe sacar de las amarras del Estado en cuanto a contrataciones y procesos de adquisiciones, fusiones o asociaciones para que se tornen competitivas y dinámicas. Se las debe estructurar de manera que puedan levantar capital nacional e internacional (esto también es blindaje).

Dejar que la empresa en función de sus objetivos, logros y competitividad del mercado remunere los salarios de su planta directiva, gerencial, profesional y técnica.

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