Julio 2023 – @marianavargas – Tras los descubrimientos de Exxon Mobil en la cuenca Guyana-Surinam, el país sudamericano cobró vida. Guyana se ha convertido en un actor energético geoestratégico en la región. Teniendo en cuenta las escasas reservas de gas natural y petróleo de Trinidad y Colombia, además de la inestabilidad de Venezuela, estos dos países (Guyana y Surinam) se consideran dos opciones muy bien situadas y ricas para invertir y desarrollar en el sector energético.
Internamente Guyana se ha estado preparando para el desarrollo, haciendo nuevas reformas y asegurando un sector petrolero moderno y equitativo. En 2022, una de las reformas de las que más se habla apuntaba al bloque Starbroek, por ejemplo, el Acuerdo de Reparto de la Producción (ACP) incluiría una mejor gestión de los contratos y se tendrían en cuenta los intereses de los trabajadores guyaneses, así como beneficios y protección.
Uno de sus proyectos más conocidos (Liza) se ha desarrollado rápidamente y ha tenido repercusiones positivas. Liza es uno de los primeros descubrimientos de petróleo y comenzó a producir en diciembre de 2019, la inversión de 4.400 millones de dólares tiene una capacidad de 120.000 barriles por día.
Además de los beneficios y las reformas, el Gobierno guyanés ha dejado claro que quiere aumentar la participación petrolera en el país. El reciente acuerdo de empresa conjunta entre Bourbon Marine & Logistics (compañía francesa de petróleo y gas) y Tethys Marine and Logistics (guyanesa) demuestra que el país acepta sangre nueva y está dispuesto a aprender de ella, ya que el 75% de sus directivos son guyaneses.
Por otra parte, el gobierno también pretende garantizar mejores condiciones contractuales en los PSA, razón por la cual los nuevos contratos se armarán con un 10% de royalty, un 10% de impuesto de sociedades y un techo de recuperación de costes del 65%, los beneficios del petróleo se repartirán al 50%. Parece que el gobierno mantiene un firme control sobre su sector y está dispuesto a aprender de los conocimientos extranjeros y, al mismo tiempo, construir un imperio nacional del petróleo sin necesidad de nacionalizarlo ni siquiera de pensar en ello.
Guyana sigue haciendo jugosos descubrimientos de petróleo y al mismo tiempo progresando en asuntos internacionales; Esequibo reclama con Venezuela, nación de la Commonwealth, posicionarse como un actor petrolero internacional y una esperanza para muchos países que necesitan que se abra otra puerta petrolera. Guyana también ha estado trabajando en pro de leyes medioambientales, un enfoque moderno del mercado, buscando el desarrollo con el Banco Internacional de Desarrollo y dando forma progresivamente a su sector petrolero.
La última semana de abril del presente año Guyana dio luz verde a Exxon Mobil para poner en marcha el proyecto Uaru, un bloque que puede producir unos 812 millones de barriles de petróleo (en sus 20 años de licencia), 44 pozos (21 productores y 23 inyectores de agua y gas). Para 2027 veremos su primera extracción de petróleo, impulsando a este país sudamericano a 1.100.000Bpd, buenas noticias para el mercado petrolero y buenas noticias para un país que trabaja por una gestión eficaz de la renta petrolera, la región podría tener que aprender un par de cosas de este jugador petrolero.
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