YPFB no pudo, no puede ni podrá con el armatoste de la Planta de Urea

Junio 2020 – @alvaroriosroca – El billonario proyecto de urea gestado durante el gobierno del MAS, según el análisis que presentamos a continuación, no pudo, no puede, ni podrá ir a ningún lado bajo las condiciones actuales.

Escribimos esta entrega justo en instancias en que el Gobierno, con muchísimo acierto, está transfiriendo recursos presupuestados, de aproximadamente 2.000 millones de dólares (MMUSD), de una futura planta de propileno-polipropileno en el sur del país, a sectores muy necesitados como salud.

Aplaudimos de veras esta decisión. No queremos otro armatoste, esta vez en el sur de Bolivia, cuando sabemos y sabíamos que no hay materia prima (reservas), que los mercados son difíciles y se está lejos de ellos y no se tiene cómo evacuar los productos. No queremos que los escasos recursos del país sean otro fiasco como la Planta de Urea como veremos más adelante.

Para los bolivianos, con todo cariño, entiendan que el gas en el mundo solo se industrializa cuando no se tiene mercado o es un subproducto del petróleo. Su beneficio mayor está en usarlo y exportarlo como combustible. Bolivia tenía y tiene aún mercados para su escaso gas.

Peor aún, se ubicó la Planta de Urea en el lugar más inadecuado posible. Lejos de la producción de gas y lejos de los mercados, lo que también produjo un incremento, entre un 10 a 15%, en la inversión inicial (CAPEX). Esta inversión total bordea los 1.100 MMUSD entre planta, líneas de tren no concluidas, vagones y otros. Todo indica que fue capricho o dedazo de alguien y no se hicieron ni estudios de mercado, económicos, financieros y de factibilidad de ninguna naturaleza para que el BCB le dé la plata a nuestra querida YPFB.

Los precios de la urea en el mercado más grande y cercano, que es Brasil, se miden por el CFR Brasil. Entre 2011 y 2012 se dan precios elevados de la urea a nivel mundial con un CFR Brasil promedio de 460 dólares por tonelada (USD/T). Un promedio entre 2000 y 2015 da un precio CFR Brasil de 300 USD/T. Es con este precio o uno menor que debía realizarse cualquier análisis.

Tomemos dos precios el CFR del promedio 2000 a 2015 (300 USD/T) y el actual que está en 235 USD/T. También tómenos dos precios de gas a la planta uno el subsidiado, que se usa, de 0,96 USD/MMBTU y un precio actual de mercado de exportación 4,6 USD/MMBTU. Asumamos que la planta produce al 80% de capacidad instalada, se deprecia en 25 años y se usan los costos reportados de operación, mantenimiento y transporte hasta frontera para llegar a Brasil. Finalmente, se utiliza una tasa de retorno del 8% sobre la inversión realizada.

Agárrense los cinturones que nos vamos a estrellar. Para (235/4,6) la pérdida en valor presente para YPFB es de aproximadamente 1.370 MMUS. Para (235/0,96), con gas subvencionado, la pérdida es de 844 MMUSD. Para (300/4,6) la pérdida es de 971 MMUS y, finalmente, para (300/0,96) la pérdida es de 445 MMUSD. Solo como aditamento, conocemos que la planta operó al 31% de su capacidad instalada en 2018 y al 39% en 2019. No quiero poner los números para que duerman algo mejor.

Bueno, la pregunta del millón es si YPFB puede hacer magia bajando precios de operación y mantenimiento a precios de mercado, y no pagando precios desorbitantes bajo contrato con la Compañía Eléctrica Central Bulo Bulo, (subsidiaria de YPFB Chaco). ¿Es decir, una empresa del Estado lucrando a expensas de otra?

También habrá que ver si YPFB tiene la capacidad de negociar y bajar los precios de transporte y almacenamiento que se han fijado con sindicatos y empresas amigas del Gobierno. Finalmente, si es que puede generar credibilidad con los compradores de urea en Brasil.

Qué dicen amigos lectores. ¿Nació muerta la planta de urea? ¿Que construya YPFB la de propileno-polipropileno? Ustedes tienen la última palabra.

El autor es exministro de Hidrocarburos de Bolivia y Actual Socio Director de Gas Energy Latin America

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